Momentos dulces
Alrededor de la mesa, de los pies y las manos
la piñata del mundo vacía torrencial su entrañas
como una madre que en sus vástagos renueva
la melada durante el espejuelo solsticial del alma.
Flota vaporosa, como un inmaterial planeta, la tarta
entre los redores paralelos de un enmarañado tiempo
mientras se desmaterializa en ebrios celajes el ocaso
tras la retirada de sol y las veredas de los hados cautelares.
Con la lengua del reino paladeo los icores de la vida
a la que conduce la trasera maravillosa del espejo
donde en cada tarro se cela un circunstancial genio
con las tres permisibles codicias: salud, dinero y pasión.
Impulso con los labios el sabor dulce del tiempo,
de las velas que son travesuras cinéticas de los años
y sostengo en la mirada los recuerdos, las pupilas
que todavía ven en mí el niño que vive adentro.
© José Luis
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