Tras los tallos mecidos una espiga...
Los tallos combados de las espigas
interpretan la soledad del viento
en la sinfonía bermeja de la tarde
mientras mis manos se adormecen
con la suave intimidad del domingo.
Suficientes imágenes revolotean
para engendrar los pensamientos
persisten extendiéndose en las alas
los brotes de la arrebolada primavera.
Combate conmigo cada palabra
se curvan irremediables en el cerebro
juegan como obscurecidos nubarrones
con el sol entumecido de mis dedos
y en cada tecla un quejido profundiza
el miedo a quedarme a solas
con la insatisfacción de los deseos.
Vuelven las gotas de la lluvia
a resquebrajar la placidez del tiempo
vuelven otros días a ser lo que no fueron
humeantes trasparencias en el fulgor
remoto y amortiguado de la aurora.
La edad en mi piel se refleja
con cada hendidura surcada
por los granos del otoño encintados
tras los tallos mecidos, una espiga
se desgrana en mi recuerdos…
© José Luis
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