Los ojos de la tarde
Inmóviles se arrebujan los ojos de la tarde
e irisados se aquietan en el horizonte
que tras la arcana cimbra, tras las versátiles auras
retienen tu frente entre mis manos,
lejos del cárdeno fragor de las palabras
que expresan lo prohibido del anhelo
tras el tenue velo de la inconsciencia
consentida entre esas nubes postergadas.
Dejas que se desgrane el tiempo
entre los trigales de la esperanza
mientras asistes en la ventana al ocaso
mientras vuelven los cantos a la infancia,
y se llena desheredada la luna de los abrazos
entre las sábanas estrelladas del desvelo
con el sonido del mundo entre tus labios
límpidos engendramos fugaz la alborada.
FreeWolf
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