El huso
Virgen un dedo entre los hilos,
con solamente una gota de sangre
de una profecía entre las vueltas
matizadas de la tarde.
El sino de una princesa
entre el mar de las inquinas
y unas hadas halagüeñas…
duérmase ya la chiquilla.
¿Dónde los sueños fueron,
dónde la inconsciencia
que lucía el horizonte
de un cielo sin estrellas?
A lo lejos un caballo
en la arboleda galopaba,
desvelando la inquietud
del jinete en la mirada.
Invisible el lucero
que guiaba la mañana
en una cortina de lluvia
el atardecer se trasmutaba.
Envían del cielo un beso
que guía entre las sombras
sus labios hasta otros labios
fríos y lívidos,
dormidos y acallados
en el sepulcro de la noche.
¿Quién quisiera ese beso
para la piel de sus labios
aunque no fuera princesa
de un huso desbordado…?
Pero esa ya
sería otra historia...
© José Luis
4 comentarios
José Luis -
besos
Chus -
Soñaba con cientos de besos dulces y enamorados y sólo recibió uno que la devolvió a la realidad, y de nuevo a tratar con hadas caprichosas y con brujas malvadas y con principitos remilgados y malcriados.
La bella durmiente sueña con que la noche llegue de nuevo a ver si las preocupaciones, los desvelos y las desilusiones del día a día le permiten dormir y soñar con los ojos y la caricia de su príncipe.
beso y silencio. chus.
José Luis -
Tú también...
gobina -
un beso.
Que te diviertas ,este puente...