Los sentidos
Las nubes trajeron de lejos
el olor de incienso ofrendado
y las luciérnagas lo mantuvieron vivo
en el glauco candor de un relumbre,
lejos de la tiniebla y sus enredaderas.
No magullan las gotas
el interior de la caverna
donde el sonido es profundo
y los lamentos fecundan la tierra.
Cada mañana un silencio encierra la música
en la caja de las costumbres
y es la noche la que le da rienda
entre los ocultos brazos de la luna,
allá donde las profetisas
me extraviaron la memoria.
Carece de ojos la Aurora
para admirar el surgir de los matices
entre los penetrantes fulgores del cielo
y no porque sea ciega
sino porque anhela la oscuridad de la sombra
donde recogen sus labios
los besos de los amantes.
Salen de un libro palabras
entre los recuerdos empeñados al tiempo
cuando enmudecida la garganta
sola queda la voz
perdida entre las páginas.
© José Luis
2 comentarios
José Luis -
Una lectora, una maravilla...
;-)
gobina -
:-)
Buenas noches...