Copas blancas
Blancas llamaradas se confunden en el bosque
con los ojos de la noche y el deseo,
es el transitar imperceptible de unicornios
hacia en monte venerable de las ánimas
donde el viento aguarda el instante
de ser generadora bruma de sueño
y los ojos la razón cierren
como se cierra una puerta a la espalda.
Caen de la luna los rayos
en fina lluvia
y la tierra recoge el cansancio del aire
tras siglos de ecos y palabras
que los hijos de Eva perdieron
en la gruta de la veracidad y los ensueños.
Retengo en las pupilas
el fulgor de las estrellas,
esa lejanía que me contempla
fugaz en el paso
como un unicornio extinto
del que sólo quedara el recuerdo
y acaso
el brillo de esos ojos
que mi mirar pretendieron…
© José Luis
2 comentarios
José Luis -
gobina -
Los unicornios,tienen un corazón noble,y nobleza de sentimientos .jamás se extinguiran...
Un beso