Se muestran los artículos pertenecientes a Agosto de 2004.
El leve soplo de la vida.
La tarde transfería el recuerdo de los olores inmarcesibles: el jazmín en flor, la hierba recién segada, húmeda la tierra recalentada por los estivales rayos, la rosa recostada en su pelo...
Mil y una vez volvían estas evocaciones a la memoria, fatigada ya por el inabarcable desgaste de las miradas, el continuo ladeo pretendiendo reencontrar el impúber equilibrio de su coraje.
Era la hora en la que las reminiscencias resurgían de sus arquillas para, libremente, revolotear entre la sonrisa y la recóndita lágrima.
Sentía que no hacía mucho que su amante impregnara con el olor de sus roces el latido de sus sienes, ahora ligeramente revueltas por ese deslumbrante mechón de las tardes de camino entre los bancos de la fluvial ribera, enlazadas las trémulas manos gozosas por las cedidas caricias junto a la primorosa lluvia.
En la caída del sol, justo en el instante en el que el dorado aura se refugia en el verdemar de la lejanía, un leve soplo añil anunció el sosiego de un alma largamente esperada...
Y puede que en otra parte el primer sollozo de un rorro la trajera de nuevo al mundo.
La vida, aun en su enigmática esencia, revela simientes eternas.
FreeWolf
Mil y una vez volvían estas evocaciones a la memoria, fatigada ya por el inabarcable desgaste de las miradas, el continuo ladeo pretendiendo reencontrar el impúber equilibrio de su coraje.
Era la hora en la que las reminiscencias resurgían de sus arquillas para, libremente, revolotear entre la sonrisa y la recóndita lágrima.
Sentía que no hacía mucho que su amante impregnara con el olor de sus roces el latido de sus sienes, ahora ligeramente revueltas por ese deslumbrante mechón de las tardes de camino entre los bancos de la fluvial ribera, enlazadas las trémulas manos gozosas por las cedidas caricias junto a la primorosa lluvia.
En la caída del sol, justo en el instante en el que el dorado aura se refugia en el verdemar de la lejanía, un leve soplo añil anunció el sosiego de un alma largamente esperada...
Y puede que en otra parte el primer sollozo de un rorro la trajera de nuevo al mundo.
La vida, aun en su enigmática esencia, revela simientes eternas.
FreeWolf
Días de fiebre.
Hasta el brocal de tus sienes inertes
he acercado palpitantes los labios prestados
con la voz de las palabras eternas, que brotan
al rumor de los rezos ancestrales a las diosas.
Y en ellas he plasmado mi presencia con un beso
de amor fraterno, de compañero de pelota
ausente de tu escondite, desesperado en el intento
por salvarte, de que el “grande” rompiera tu peonza.
Alrededor de las faldillas del brasero
todavía me quedan las tardes, lluviosas,
de nevera asaltada, de cómplices recompensas
de tesoros de galleta y chocolate.
Y quizá sean mis sienes
las que tus labios rocen
con las palabras de entonces...
¿Vienes?
FreeWolf
he acercado palpitantes los labios prestados
con la voz de las palabras eternas, que brotan
al rumor de los rezos ancestrales a las diosas.
Y en ellas he plasmado mi presencia con un beso
de amor fraterno, de compañero de pelota
ausente de tu escondite, desesperado en el intento
por salvarte, de que el “grande” rompiera tu peonza.
Alrededor de las faldillas del brasero
todavía me quedan las tardes, lluviosas,
de nevera asaltada, de cómplices recompensas
de tesoros de galleta y chocolate.
Y quizá sean mis sienes
las que tus labios rocen
con las palabras de entonces...
¿Vienes?
FreeWolf
La Puerta.

Sientes el transcurrir tenue del tiempo, la embriaguez etérea del vuelo, la evidencia de un anhelo...
Rozas la luna con tus dedos, contemplas la retirada del cielo, besando tus abismos sutiles aleteos...
Aprecias el valor de una vida, el poder depositado en tus latidos, la inmensidad de los pensamientos...
Recorren tu cuerpo los milenios de los cuentos, los descubrimientos y fascinaciones, los amores eternos...
Te percatas que formas parte de ello, que vives la inmortalidad de una existencia; que aunque en tu cuerpo se marquen las huellas perecederas de la tierra, del ciclo de la vida eres heredero.
Y que cuando traspases la puerta, sin mirar atrás, sabrás el legado de felicidad que dejas...
FreeWolf