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Horas tardías.
Es la hora en que se acercan los geniecillos de la sombras con sus reparadores alivios tras la ya añeja jornada.
Y me acomodo en torno a la cálida llama, desde la que chisporrotean como en festejo de niños, las centelleantes ascuas de los tiempos imperecederos.
Y observo cómo, con la pericia de una geisha, se va colmando la tacita con la tostada infusión de fascinante aroma mientras con suaves sonidos invoco la magia de un libro.
Me pienso recogido en la placidez del hogar, porque asumo en tu compañía la tenue presencia del alma amiga.
Son esos momentos entre la ensoñación y la vigilia, en los que uno se diluye largamente entre pasiones y recuerdos.
En la suavidad de la sábana deposito, junto con la calidez de unos labios, la frescura de un te quiero.
FreeWolf
La Fuente.
el halo nacido de la noche
y de los pensamientos.
El batir de sus alas
acallan las alondras
al rumor argento de nuestras miradas.
Alegres los caños
dejan surtirse a las aguas
de la frescura de la estancia
entre las perpetuos cantos del edén.
Y tras el glauco reflejo
se yergue sinuosa la columna
en la que se alojan los nombres
de las ardientes sombras.
Quién sabe si una mano,
ondulando la cristalina pátina,
dispense a los hijos de Pandora
de la gabela de las adversidades.
Resuenan
del Olimpo
los clarines.
FreeWolf
La vid y los sarmientos.
”No convirtáis la viña en era”.
Tiempos de dura jornada a ritmo de sol y botijo
confundían los pliegues del alma y del cuerpo las cicatrices
bregando aquella profecía sinuosa.
Horas de peticionarias miradas e inquietas esperas,
de largas charlas vespertinas y ligeros descansos.
De ir abonando los surcos con las salobras gotas de risas y rabias,
con la sangre escarlata de muertes y partos.
Y en algún momento,
toda la vida en las dolientes manos abiertas al vacío de la greda
invocando al cielo:
“Las pavesas que en la tierra deposito prosperarán algún día en fibroso leño
anhelando ser pulpa lagrimosa y cárdena”.
FreeWolf
The film.

de la soledad en muchedumbre.
Bajo la cámara hormiguean afanosas
las entrecruzadas uñas del desespero
y resbalan en los escorzos
las pitañas de las mímicas.
Mundo gira al revés.
Danzan malditas las canastas
engarzadas a la noria de las prisas.
La bruma trae irreconocible
los semblantes amigos.
Como siempre,
al final,
el decorado queda vacío...
FreeWolf