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Oscura intimidad

al sol turban de la madrugada
mientras te confiere la luna en sus rayos
mis palabras enamoradas,
y volátiles mis labios
acercan a tus ojos las inquietudes
de mi ánima.
No hay lágrimas
para el silencio del amor,
sino razonable calma…
Porque gozosas manos percibieron tu cuerpo
entre las sedas de la mañana
y avivaron de las sutiles pupilas el delirio
mientras incrustadas se ceñían las distancias
de las tiernas caricias
en el cárdeno cielo de tu estancia…
Frenético recorro el ardor
que siente rosácea tu piel
entre los estertores del firmamento,
celoso de tu lozanía
cedida en el bruñido lecho del tiempo
mientras explorabas curtida la senda
del deseo.
Densa tu selva
agita purpúrea la savia del desvelo,
tiñendo de salvaje ensueño
el instinto de la alborada
que nace inquebrantable
de nuestro ayer en el recuerdo.
… únicamente…
el crepitar de tus pensamientos…
acompasa al sonido de mis labios…
mas las palabras no acuden al encuentro…
por eso,
sólo por eso,
poseerás mi silencio…
pues cómo ignorar esa profunda oscuridad…
© FreeWolf
Nana

duerme el niño de azul mirada
entre el olvido y la mañana…
ya me callo y me retiro
que no quiero despertar su calma
© FreeWolf
Frente a la muerte violenta y el dolor

Alzo ponzoñosa la copa del olvido y la exclusión, copa que al cuerpo tortura y lacera el alma de aquel que malgasta su inmortalidad. Ahora el sendero es oscuro y el tenue pabilo de la cáustica muerte nos arrastra…
Ironías de vivir la mortalidad… reboses de dualidades: cuerpo-alma, unir-desunir, amar-prohibir, mío-tuyo, castigo-sino, desear-olvidar…¿Morir en la vida o vivir en la muerte?
Es reveladora la figura del árbol, que emergiendo de la tierra y sus raíces, asciende hacia el cielo diseminando hojas y ramas que transcienden lo impalpable de la libertad porque quizá soñar sea de esas pocas libertades de los locos que encuentran en la existencia motivo suficientepara colmar una vida entera
... imposible, indefectiblemente, pretender renunciar al destino acarreado por la rareza intrínseca del ser humano…
La sombra ciñó al talle de la víctima la hoz estrangulada entre imperceptibles estertores y apagadas losas que blandían los espectrales dedos de la muerte… y aunque alcanzara de mi piel arrancarla ni lo imaginaría… sus mentiras son las verdades que me transfieren la drupa de sus labios, y el sabor marfil de la decadencia que me inviste es el sutil sacrificio.
Evoco el primer beso… sí porque todo beso siempre es el primero pues los labios, en esencia, evolucionan en cada momento y se enriquecen con las palabras… y con lo que no se pronuncia…
Los trigales de tus sueños mordisqueo, oh noble espíritu y acentúo la “locura” de los azarosos tiempos, hasta ti acerco el llaga carmesí de mi estremecimiento para ser en uno risa y sufrimiento
Tú y yo somos de la misma sangre
Hoy contigo, y por ti descorcharé mi mejor humor para afianzar el ciclo del pasado, que las cicatrices que con nosotros nacen y crecen hallen la posibilidad de una deleitable memoria en un encaje expectante de hilos, sentimientos y esperanzas.
A ti sufriente, que te dicen resignación, te he de decir que no es verdad. Tú siempre serás combatiente... en mi mirar. Percibimos las inquietudes y ya no nos podemos serenar al sentir cómo se desborda nuestro ser en humanidad, porque ni el dolor ni la infelicidad han de ser cadenas para toda la eternidad...
Porque mientras siga existiendo gallardas palabras que al terror acobardan, mientras mane el agua franca por la tierra labrada y expelida, mientras la luna acoja en su noche las almas amadas, mientras no callen poetas y sabios y hombres honestos y las guerras sean letras en papel manifiesto, y la ciencia, maceta donde arraiguen las flores del suave céfiro… la VIDA se nos seguirá ofreciendo…
Pero si a pesar de todo, fuéramos “nisiquiera” o “nipoquito”… seguro que brotaríamos de alguna parábola.
© FreeWolf
Lance de amor

Ah, el arrebato y el vigor del amor galanteado y cumplido…
Eros en sus ciegas manos deposita la llave del ardor para los enamorados, y en sus flechas candentes el hielo alcanza la condición fugaz del desterrado cuando el invertebrado Fénix sobrevolaba las conspicuas negruras de las pavesas del tiempo más allá de las delicadas arrugas en la frente del corazón una y eterna vez amado mientras en la arquilla de nuestro pasado daba musicales vueltas la sugerente bailarina de la noche, y extendía más allá de nuestro cuerpo la fragancia amorosa del abrazo entre los vaporosos ensueños de la oscuridad y el aletargado albor que la madrugada establece de tiempo colmado a los amantes.
Deshójanse los rosados pétalos en los poros de tu piel entre los cadenciosos silencios de tu mirar al conspicuo espejo mientras tus labios proclaman a la aurora el tránsito rápido del tiempo entre las lágrimas que toma el viento prestadas de tu cabello suelto, mujer en tierra de nadie, mujer de sudor y sangre, encadenada a tu armonía ansiada en ese insospechado misterio de juventud entre los recuerdos eternos y la añoranza…
Inquietos mis dedos deshojan la margarita del tiempo…
te quiero sí,te quiero no…
Impaciente entre los ojos del puente me ve el río pasar, ausente, vagando entre los pensamientos esta curiosa suerte…He de amarte o dejarte para siempre…
Ya ves es el juego de la Fortuna, un trance.
Oh, lúgubres noches que atenazáis en un suspiro la calma, dejad que la mañana vuelva sin el ponzoñoso estertor de sus amargos labios entre las adarajas de la inadvertencia, y las argentas alas del olvido alcancen al suave silencio en esa nana maternal que envuelve al rorro con el arrullo hacia mi pecho… y la verdad de mis labios se transmute a la más excelsa morada en la profundidad de ese espíritu que con amor me cobija.
© FreeWolf
Muchos son los caminos

Muchos son los caminos
que no llevan a ninguna parte
y que sin embargo se andan
entre el desvarío y la desesperanza,
lejanos caminos errantes
de la ciega reflexión y la consciencia,
que atraviesan el ánima
con sus cuitas y sus penas.
Y son esos caminos
los que enloquecen el alma
y envenenan los besos
de sangre no cárdena
sino cruel y endémica,
sangre fría,
sangre amarga.
Mas también hay ángeles
que labran la tierra
en su dureza y hambre,
ángeles sin alas,
ángeles que sostienen en su cara
la sonrisa de la mañana,
y entre sus versos sin letras
caminan la esperanza y tu mirada
y el cielo despejado,
sin negra escarcha.
Caminos que son transitados
por estelas de nubes blancas,
por firmes manos y bellas
entre los arrimos de la inmanencia
y tu frente inmarcesible y serena.
Ven,
ven muy cerca,
y andemos
por las aldeas y las veredas
de las introspecciones y los sueños
entre apetecibles quimeras...
y zarzamoras.
© FreeWolf
El puente de los sonidos

Transita el tiempo la caverna de los secretos y en el paraje íntimo de los sonidos encuentro reposo cuando inhalo tu aliento y la inquietud de mi espíritu se sosiega y mis sentidos en la clepsidra de la armonía de la vida proyectan la fluctuación de las imágenes.
Atávicas las corrientes traquetean sus aceros con los mil brazos de lo inerte cediendo a nuestro pensamiento el cauce tenue que ampara los destinos mientras nuestras estelas se cruzan en el inmemorial solaz de voces y evocaciones.
© FreeWolf
Nuestro silencio

Me mirabas,
te miraba
y la luz el miramiento velaba.
Y los ojos eran
en tu piel
mis palabras.
Y la tarde
en tus labios
pensó la madrugada.
El silencio
nos aguarda
y también desvelado
el sueño en nuestra mente
y las horas gratas
en la noche mágica.
Sonríes
y el mar
nuestro amor ensambla
en sus olas
a la luz del alba.
© FreeWolf