Se muestran los artículos pertenecientes a Diciembre de 2006.
Grabado en la corteza...

Paseo entre las calles
y me devuelve una ventana
azur y abierto el cielo
de un tapiz que me recuerda
el color de tu cabello
cuando recostado en mi hombro
lo acariciaba en la inmensidad
que frecuentaba nuestro silencio
y escuchaba de tus labios
la presencia de unos versos
dejados en la hoja sutil
de nuestros impalpables empeños
y que revelarán el futuro
y la puerta transitable
a todos los universos.
Siento
suave el aire recorrer mi cuerpo
entre la arboleda
salvaje de nuestros sueños
y las hojas en su vuelo
coronan un corazón grabado
en la corteza del sosiego
y siento
cómo late
y manda creciente el flujo
del anhelo
mientras mis dedos recorren
impenetrable el deseo
y tu cuerpo...
Lentamente
el reloj aguarda intacto
el tránsito de nuestro tiempo
entre los granos sinuosos
que sujetan ingrávidos la mirada
en la profundidad de nuestros besos
mientras contemplamos la vida
que nace
y nos acecha
en la infinitud
de roces y pasiones.
Suavemente
el ensueño envuelve nuestros brazos
alrededor de su lienzo
y apoyas la cabeza en mi seno
y dejas que se cierren los ojos
en la frondosidad de imágenes
que no nos pertenecen
pero que hablan de nosotros
y de nuestras preexistencias...
Nuevamente
el amor
en la corteza de un árbol
embelesa...
© FreeWolf
A la luz oculta del alba

Los pájaros entonan en el jardín el cantar de los cantares entre los fragantes pétalos del romero mientras dormidos los ojos evocan alborozados sueños errantes de un beso y un te quiero... mieles de sangre y romero, de calor y esperanza entre los naranjales que azahar nos regalan en las siluetas de arreboladas velas... y una rosa acoge nuestro amor en su fronda y le declara al sol nuestros desvaríos e ilusiones...
Dejemos que la fugacidad repentina del alba sea el secreto de las gotas de rocío que resbalan por la sedosa corola del anhelo y que tañan para nosotros el vals del silencio y trueque el aire las blancas nubes en alfombra carmesí donde los pasos sean el sendero que conduzca a la quietud y el sosiego... mientras abandonamos nuestros propios recuerdos...
El olor trae entre las hojas otoñales las risas infantiles tras la ventana que retiene vidriosas las gotas del crepúsculo mientras resbalan por los cristales del tiempo y se tornan pensamientos... y la tierra recibe en su seno esas partículas y también nuestros labios de vida sedientos, purificada fortuna del cuerpo en cristal esmerilado... Y renacemos tras cada voz que habla de la persona amada cuando sentimos el momento fénix de nuestro encuentro y asciende el incienso por las paredes del tránsito y escalan los cielos entre los alados espacios de ámbar y sueño... y la savia del universo empapa nuestras entrañas cuando dejamos el ánimo en calma...
© FreeWolf
Otra primavera

regresan a mí bravas las olas
entre ancestrales rubores y pálidos ecos
que nacen de sedientas bocas
y se confunden con los estertores del tiempo
mientras los dedos recogen el calor
de los silencios que nos acompasan...
La lluvia deja reminiscencias de añoranza
en la piel de este náufrago
que emite con humo volutas
para sin remitente invocar el amor perdido
y el vuelo de los pájaros
le traen el retumbo distante
de los delirios nocturnos de Selene.
Anegaron las lágrimas el sosiego
en la inmensidad de la noche
cuando la luna venía al encuentro
y bañarnos no pudimos en la salina
amargura de la marisma,
sólo el clamor, que cedimos al viento
pudo acallar el dolor...
y abrir el silencio...
El corazón
está hecho de materia intangible
a las estaciones y los tiempos,
sólo que ahora tristes sus vibraciones
en la caída del sol detienen las raíces del apego
mientras las lágrimas todavía queman...
mas yo retendré tu sonrisa
en el arco iris del sosiego
hasta que renazca tu voz reverberante
en otro amanecer
y lo reintegraré a la savia del árbol
que renueva en la primavera
tu nombre...
© FreeWolf
Cada noche

Cada noche
revelaré de tu boca las palabras
y los besos extraviados
en el baúl de los recuerdos
para que no permanezcan velados
tras el alba o el ocaso,
cuando la almohada sueña
en tu cabeza recostada
con su estimada estrella clara
y el cielo,
oteador de los íntimos rincones,
dorados fulgores consienta...
Abotonadas las palabras
resuenan al ojal de la dicha
plácidos los acordes
de un limbo de mirasoles
pues saben que el silencio
no va a sucumbir en la sombra
herida de una nube
que olvidó su lluvia
mientras recitar oía
del corazón el nombre...
Lágrimas riegan
lozana del anhelo la tierra
mientras la piel se arquea de tu cuerpo
en la profundidad intacta de un surco
que invade cárdeno el cielo
mientras suaves aletean espíritus
harmonioso el titilar de las estrellas
que recaban luminosas en el mar
venerados los ideales del tiempo.
© FreeWolf
Nochebuena

Amor, Paz y Felicidad
Un espacio de silencio se encaja en el eco que retiene la iglesia en el tiempo y las figuras anubladas en el recuerdo dejan fluir los aterciopelados pétalos que en Belén brotaron de las lágrimas en el establo.
Mensajes de amor en pañales guían rutilante la estrella que esperaba su camino entre ligeros cortejos de polvo y paja.
Los pastores calientan la noche con los vahos de sus canciones entre los obscurecidos pastizales del anunciado sosiego mientras la voz les anuncia el futuro acontecimiento entre los siglos integrados en las estaciones y los años de belenes y misterio...
Ahora la voz es un anuncio que se consume...
Y sólo el espíritu en su quietud encuentra de nuevo el camino que el Amor imana en el sigilo del corazón.
Canta el gallo coplas que duermen nanas y el sueño nacerá otra vez mañana.
Tiendo los brazos de paz y desvelo...
© FreeWolf
Hijos y padres

ha perdido nuestra niñez
mientras pasar
mirábamos sus manecillas
entre las estaciones
y los silencios.
Las horas en nuestra piel
plantaron las arrugas
de la risa y el llanto
al fulgor de la luna
y el embeleso del sol.
Y ahora
cuando sus hojas miramos
son otras las manecillas
que tiran de las cadenas
de nuestros ojos...
El ciclo
en su vida
nos brinda ser hijos...
y padres.
© FreeWolf
Glaucas las uvas de la noche

Tomemos en nuestras manos fino el cristal etéreo y burbujeante y notemos vivas las chispas de la amistad mientras brindamos por el futuro y las nuevas palabras que han de llegar, y que en sus ecos anuncian salino el olor del mar y el rumor de sus caracolas que acompasan añil el baile de nuestro cuerpo entre rosas y pensamientos...
Fluye carmesí en nuestra sangre el anhelo...
© FreeWolf