Se muestran los artículos pertenecientes a Septiembre de 2004.
Aire, manto de arena herida.

en incansable gotear
Se cierra el día
la escasa luz
apaga colores
tiñendo gris
lo que el ojo alcanza
El cielo rasgó
ensordeciendo el silencio
la sangre carmesí
Hoy no ha amanecido
Hoy cubre el frío
negra escarcha
FreeWolf
Momentos de serenidad.
La mirada perdida en el horizonte era la manera como se vinculaba a su mundo interior, desde el día en que percibió la serenidad de esos momentos no había una sola jornada que no necesitara de esa panorámica para dar a su alma el puntual respiro.
Había adquirido tal soltura que no necesitaba más que unos breves segundos para alcanzar ese estado de risueña placidez.
Flotaban las palabras como cándidas y abombadas nubes de ininteligibles signos; era la señal del rumor del lenguaje universal, el dialecto de los sueños, de los silvestres pensamientos; el feudo del albedrío, lo llamaba.
Se veía extendiendo sus irisadas alas hacia la añil inmensidad etérea del atardecer, cuando los rayos del sol ya han sido depositados en la urna dorada de los ciclos y gobierna la sombra benévola de la infinitud de las estrellas.
En ese maravilloso instante la gravedad de su cuerpo se tornaba tenue, el aire era entonces el carrusel de su ensueño, el ayer que vuelve en imagen de dichosa niñez, cuando entre el bullicio de las ferias distinguía el balanceo cómplice de unas manos, radiantes portadoras de bienestar...
A veces el semblante ligeramente rociado reafirmaba la felicidad de esos instantes.
FreeWolf
Había adquirido tal soltura que no necesitaba más que unos breves segundos para alcanzar ese estado de risueña placidez.
Flotaban las palabras como cándidas y abombadas nubes de ininteligibles signos; era la señal del rumor del lenguaje universal, el dialecto de los sueños, de los silvestres pensamientos; el feudo del albedrío, lo llamaba.
Se veía extendiendo sus irisadas alas hacia la añil inmensidad etérea del atardecer, cuando los rayos del sol ya han sido depositados en la urna dorada de los ciclos y gobierna la sombra benévola de la infinitud de las estrellas.
En ese maravilloso instante la gravedad de su cuerpo se tornaba tenue, el aire era entonces el carrusel de su ensueño, el ayer que vuelve en imagen de dichosa niñez, cuando entre el bullicio de las ferias distinguía el balanceo cómplice de unas manos, radiantes portadoras de bienestar...
A veces el semblante ligeramente rociado reafirmaba la felicidad de esos instantes.
FreeWolf
El Río.

Tenuemente se acerca a la tumultuosa arboleda que recoge los juegos alados durante los ecos del atardecer.
Levitan sus ilusiones purpúreas entre los estivales campos añiles del vergel etéreo.
A la espera de la sonrisa de Selene...
FreeWolf
Actuar frente a los demás.

En cada opción que tomo voy concretando lo que soy, y dejando en paradigma lo que podría haber sido.
Que de ello hablemos o no hablemos, no va a cambiar un ápice lo que ya ha pasado, lo que he sentido, ni lo que haya pensado.
Quien trabaja para sí, es el que recolecta, a golpe de garabato, el tesoro de sí mismo.
Soy múltiple y único.
Cada reflejo que de afuera me llega, pone matiz al espectro de mi esencia, de mi existencia.
Es la forma de retocarme día a día, paso a paso.
Y una manera importante y necesaria de reconocimiento propio y ajeno.
Autoestima y Amistad marchan juntas de la mano.
Mas, ante todo, sólo desde la propia y auténtica pertenencia puedo mostrarme como soy... juguetear con los convencionalismos o no, permitiendo a lo cotidiano arrastrar sus propios sentimientos entre los brazos de la coherencia y la complejidad.
Como ser humano soy variable, evolutivo, polifacético... y estoy capacitado para el equívoco; muerdo el polvo y beso los laureles.
... y hago camino al andar...
FreeWolf