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Tras tus pasos

Aquellos pasos, que traen la silueta tras los vidriosos arreboles de la tarde con su leve tintineo, al mundo de los besos arrostran y decantan nuestros tientos.
Brilla vaporosa la fragancia en tus ojos y mis labios te acercan los sabores añiles de la abundancia, y la sombra, maliciosa, se recrea en el mirar que envuelve en cada roce el haz purpúreo de abril entre tus dedos.
Los hilos que nos atan a la vida inconscientemente pespuntean rociado el glauco manto de la aurora tras las horas del arrullo, y bruna la noche, ignorada en sus providencias, retorna a los hades.
Y ahora, en el dintel de los ensueños, aletea pausada la polilla perdida en el bargueño de los ancestros que tras un ciclo ha retornado.
FreeWolf
Al tiento

Contemplan el tenue roce los celajillos de tu piel en otra piel que tiembla al susurro de los soplos y de las tardes impregnadas de los tules que velan tus ojos.
Y el jardín, en su espesura, disimula la ineludible perturbación que los sentidos arrostran entre los zarcillos vedados al deleite y la carnosa savia de los labios que revelan tu nombre.
Y, como en cada época, las raíces aguardan tu semblante, y alado el retorno de los hondos rayos de la exuberancia y el regocijo, y de esas manos que fecundan en su tiento.
FreeWolf
Al caer de la tarde

De nuevo travesieas entre las nubes y pretendes que mis manos a los ojos alcancen y simulen olvidar tu paradero, regio retiro ambarino de arrebatos y cánticos, para mostrarme entre los velos de la sombra escrutando tu nombre.
La jornada en su transcurrir fue colmándote de instantes y verdades, de tiempos y recuerdos… que atesoraste entre las bardas brumas con el celo de la noche y el lacre de los labios carmesí que convinieron fugaces sosiegos en los confines del horizonte cumplido.
Y así, en el mismísimo momento que cae la tarde sé que ya en la distancia te aguarda guerrero tu reposo.
FreeWolf
Tarde de ocaso

Hoy bajaron a un cristo
en su imagen derrotado,
y a un crepúsculo púrpura
con su silencio morado,
era una tarde ardiente
de cirios y de pasos...
Y también su corazón bajaban
en una espina clavado
todo era un bajar
hasta el mismísimo ocaso
de ese lloroso cielo,
de ese cielo aciago.
No puede haber palabras
donde todo se ha vedado
se le ha prohibido la vida...
hoy ha sufrido y callado.
FreeWolf
Órbitas

Participa la noche en el juego
de las ilusiones con la grácil Selene
que chispeante esparce entre los repujados jaspes
de la tarde las esferas del agrado,
mientras bruñidas las purificadas efigies,
entre el polvo de las estrellas
y el transcurrir del tiempo,
pespuntan entre sus indelebles dinteles
los huidizos símbolos del anhelo.
Gira la vida,
y también el cuerpo
que recorre mis brazos,
y en cada filigrana de acanto
se reconocen, una vez más,
en lo existido hasta el momento.
Mis manos entre los senos de las órbitas
descifran el rito de los orgiásticos sonidos
que ululantes se elevan por la pilastra del deseo
hasta alcanzar tu nombre
en su resonancia más recóndita.
La tormenta
empuña la calma;
mis sentidos,
tus entrañas.
Selene y la noche nos esperan…
FreeWolf
Tu nombre

En la serenidad del boscaje los árboles sus leyendas confían al murmullo del céfiro de los cruzados para que disuelvan los erráticos miedos en las armónicas antífonas que el espejo de la tenebrosidad abandona entre las hojuelas del deseo y las huidizas sombras que la luz altera.
Selene y su mirada penetran rozando los pardos tallos que amparan la agreste quietud mientras los tiernos sueños sonríen en los labios del niño que advierte los revoloteos de las alas que le guardan. Y en cada roce se desgrana el atardecer entre los balbuceos que emergen tras las crisálidas de la quimera y los juegos de los celajes por entre las inmortales arcadas del tiempo.
Mana colmando el vacío encantado la nada de las voces oníricas tras los granos que caen cumpliendo su hora, y tu mirada sujeta entre los silentes rayos de la noche el ascua de los leves tientos que ensartan las almas al hilo que desteje Penélope dilatando el abandono que llaga la esperanza de un mañana, cuando la muerte tiente la aldaba.
Acerco los labios a la noche y plasmo íntima la voz entre las umbrosas cuencas de la tierra que me aguarda para retener en ellas tu nombre.
FreeWolf