Se muestran los artículos pertenecientes a Abril de 2007.
Una vista lejana

Los quinqués,
en penumbra,
registran carmesí el aire
de la noche entre las crestas
que fraguan naturaleza y hombre
en el pliego de la memoria.
Las ramas sin sus hojas se ocultan en la sombra misma del árbol
que inmortal se yergue entre recuerdos y primavera.
Altiva la torre empuja inmóvil al crepuscular firmamento
y anota con pausadas letras las invocaciones y rumores
que recoge la tarde en la barahúnda de tránsitos y calles.
La ciudad se refugia en solitarias arquillas
de diáfanos luces, de rutilantes estrellas...
mientras mis ojos en el espejo recuerdan
lejana la noche de un viaje
a otra existencia.
© FreeWolf
Vértice de locura

Descontroladas las imágenes de la noche
pululan por el universo
desparramando flujos y reflujos
de desesperación y deseo
mientras no acierte la consciencia
a articular sus propios sueños...
Cada anochecer
y entre los brazos de un libro
grabamos nuestras vidas en formas oníricas
y nuestros cuerpos, tersos y anhelantes,
se imaginan otra existencia,
durmiendo...
No pude evitar una mirada al espejo,
buscaba qué acaecía en su semblante
más allá de los labios y la bruna escarcha
de la inquietud y el caos...
Aun sin motivo aparente mis ojos
chispeantes aparecieron con ella...
Tu retrato y yo frente a frente,
los dos desnudos de engaños
entre las mismas manos,
un suspiro delata tu silencio,
un suspiro que atrapa nuestro tiempo
pasado...
Anudaré tu espectro a la figura indómita de la luna
y en sus rayos profanaré las mejillas de la sombra
hasta arder lentamente entre tus brazos...
Empuñemos juntos la locura
de amor
y nazcamos al universo
donde libertemos nuestros besos
entre fugaces momentos y birlochas.
© FreeWolf
Agua sensitiva

El mar se lleva tus ojos hasta la línea del horizonte
donde está mi alma perdida.
Quizá puedas en un soplo encaminar sus lágrimas
a la espesura del silencio
y compartir conmigo la negrura de estar vacío y sin sombra.
Sujeta la tierra mis pies entre la hondura de la arena
conteniendo entre mis dedos las raíces de la tristeza.
Sólo las caricias espumosas mitigan en el aire la piel tendida
y el viento al oído me susurra canciones
escuchadas a las sirenas del norte
en las playas del olvido, cuando Odiseo no recordaba su camino,
el camino hacia el hogar de la eterna tejedora.
La tarde abandona su vista
en la figura que en la orilla ahueca
el agua entre sus manos
para que sienta propia su vida...
© FreeWolf
El círculo

impelidas por el viento
de un cigarrillo blanco
y deletéreo
en la boca
ardiendo.
Geometría extática
en movimiento,
la nada redundante,
el carmín de un beso...
terapéutica figura
de pan y queso,
el círculo cabal
y perfecto,
la síntesis genética
de un pensamiento...
El círculo ser necesita,
ser llamador y silencio,
esconderse delante de la puerta
y aguardar,
aguardar que le ase una mano,
le ase fuerte
y golpee la madera,
madera escarlata
e inerte,
y nazca el sonido
que clame atención
como cuando nace un niño
que sujeta en su lloro
los milenios perdidos
que ensartando irá a vida
para que cuando llegue la muerte
disponga su grano
o complete...
© FreeWolf
Casino

El tiempo requiere de mis recuerdos
las caras extrañadas en el transcurrir de la bruma,
las voces que traían permanentes los olvidos
de otras primaveras,
las palabras atesoradas que se esconden
entre letras manuscritas y desgastadas,
los silencios del mar a la orilla
de rumores de sombras y arboledas...
Requiere 25 años de otra vida que casi no encuentro...
© FreeWolf
Vientos y rosas

Soplan céfiros en los cabellos de Era
y entonan los fragores de la batalla
entre las ramas espaciadas que la vereda
oculta al horizonte de unas pisadas.
Arteros los pasos que sujetan la tierra
a la forma imperfecta de las palabras
en los labios de la conspicua muerte
huyen de la fugacidad de la existencia.
Brotan los pétalos de sangre esclarecida
en la insondable sombra de la arboleda
donde galana Selene la noche ilumina.
Una escultura tienta la vida prestada
a la enigmática inmensidad del tiempo
entre las cesuras de una rosa... blanca.
© FreeWolf
Tigre pétreo

Soberano por el boscaje
lindado transitaba el tigre
entre los rayos tardíos de la tarde
mientras circunspecto su rostro
de un lado a otro cabeceaba...
Durante tiempo las respuestas
buscaba entre sus pensamientos
en la inmensidad de la sabana
y las noches de luna llena.
El mar aparecía en sus sueños,
un mar de caracolas colmado,
una sinfonía de ecos ajustados
a los enigmas y los misterios.
Encajaba en su interior los sonidos
de las voces furtivas y extraviadas
en el primer paraíso, en la selva negada
tras el discernimiento maculado y primitivo.
Y quiso ser pirámide esotérica,
custodiar virtuoso el descubrimiento
en el cielo diáfano y azur del tiempo
en esfinge que se convierte en piedra.
© FreeWolf
Desde el fondo de la mirada

Profundizo en los ojos que dejan la mirada fija en el horizonte.
Una niebla despejada revela el jardín del silencio entre la espesura que la arboleda custodia desde que una manzana originara discordia.
Resuena el fondo de una trompeta en las hendeduras fluctuantes de la pared cubierta de pliegos tersos y serosos que al contacto de los dedos libera los sueños del limbo imperturbable de la sombra.
El aire se agarrota y cúmulos de nubes violetas rasgan la córnea cíclope del cielo.
La noche huye por las rendijas que palpitantes alumbran un nuevo amanecer toronja de deseos y ensueños.
Fuliginosos mis párpados extraviados en la niebla se despejaron al encuentro con tus labios...
© FreeWolf
Arboleda

El cielo azul
sujeta el viento
y echa en los árboles
el empuje de las convulsiones.
Tórnanse las ramas bulliciosas
aspas errabundas.
Nace del verdor
incansable el trino,
motas inquietas y pardas
se suspenden en el aire.
Retoza la primavera
su mensualidad de abril
entre claridades y sombras.
© FreeWolf
Un gato en el zoco

Estrechas las calles caminan lento el silencio entre los centenarios muros de la tarde y los ojos avanzan por las ventanas y puertas que invitan a la curiosidad y el fisgoneo.
La sombra es el espejo que se mueve entre finos hilos dorados y rosácea cal tintada y en cada recoveco devuelve el canto de la infancia cuando al compás de la sirga murmuraba en el devenir el sino de nuestros pasos que incesantemente vuelven a las solazadas horas del estío.
Noto aún en el aire la mirada parsimoniosa y felina que celaba el bullicio de nuestros juegos y que en cálidos ronroneos asentía desde su puesto de guardián haciendo de la calle su propio solaz y universo.
Sólo el eco de los goznes, antesala del llamamiento materno, lo absolvía de la cumplida presencia como el rayo libera al trueno de la atávica dominación de la tormenta.
© FreeWolf
Hoy soy

Hoy soy agua,
agua que flota,
que viene de lejos,
agua que florece en la hierba
con su enérgico verdor,
agua inquieta
nebulosa de manantial,
agua espejo etéreo,
fugacidad...
de un cielo cargado y deslumbrante.
Saladas siento mis venas,
un torbellino percibo de olas
que inunda los espacios pétreos
de silencio y escarcha.
Avanzo entre los sueños
que devuelve firme la mañana
desde los entresijos de la noche
y la dilatación de tu mirada...
© FreeWolf