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Se muestran los artículos pertenecientes a Enero de 2008.

Feliz 2008

20080101054302-feliz2008.jpg

Ahí estamos,
Chus y yo,
hace rato que precipitamos las uvas
en las cuencas del destino
pero todavía mantenemos en nuestras manos
el brindis y sus copas.
  
Nochevieja es una celebración de amigos,
es un paso del tiempo en compañía,
una incitación a todos los momentos que tienen que venir
como toreros de las circunstancias y la vida.
  
Hemos cenado recuerdos
y olvidos,
silencios entreverados
y nuevos caminos;
algunas fotos de risas
y regalos improvisados.
  
Ha sido la cena especial de fin de año
para clarear el jardín de los sueños
y contemplar los nuevos ocasos,
brotes que retoñan entre las nieblas
como los hijos entre los años que pasan,
son los frutos que van madurando,
al igual que nosotros
también crean sus fantasías
y sus propios paisajes,
  
La fiesta dejó en la mesa la cera derretida
de las luces y las velas, de los días y sus venturas
dispuestos en la bandeja de 366 jornadas,
y ni una sola será vertida más acá de las estrellas
porque no queremos que la vida se nos quede en la salida
sabiendo que a tantas metas corresponden tantas fortunas.
  
Brindemos por un próspero 2008
  
©  José Luis

Juego de velas

20080102231147-juegodevelas.jpgEn torno a la mesa un círculo se extiende,
un círculo de manos y ojos neblinosos
que cruzan las llamas tras las frentes,
gráciles páramos tras los inquietos cortinajes.
   
El tapón ha salido por los aires
y las burbujas refrescan con su sonido
el cristal harmonioso de las copas
mientras da vueltas en el círculo
la corriente alegre de la fiesta.
  
Un gato con cara de juerga
retiene el móvil entre sus uñas
e impertérrito no lo deja sonar
por más toques que le demos.
  
Quizá sea esta hora de la aparición
la que induce el tránsito de efectos
entre los que aún estando despiertos
resistimos a los poderes oníricos.
  
Se van consumiendo las velas
con las caricias oscuras de los dedos...
el reloj ya no marca las horas
pues está dormido y quieto,
sssshhh no lo despertemos
que mañana trabaja…
ssssshhhhhh… besos.
  
©  José Luis


El cuadro torcido

20080104040535-cuadrotorcido.jpg

Es costumbre disponer todo en su sitio
dentro de un orden y una estética
mantener el acomodo natural de los objetos
sin que suponga un menoscabo para la conciencia.
  
Pero en diversas ocasiones podemos encontrarnos
indudables mares que no saben concebir olas,
irrefutables cumbres que no intiman con la nieve
o un marco ladeado en una pared impecable.
  
Quizá esa misma fuga de lo cotidiano
sea la chispa que atenúe el poder de acomodación
de los ojos a las irrealidades que nos acechan
donde el horizonte es una espaciosa inmensidad
en la que los colores de una espátula transitan
como un pato por las difusas ondas del río
y sus reflejos son abiertos corales veteados
con las brazadas del aire entre las nubes
mientras dos aviones hacían en el cielo piruetas
que se precipitaban tras el eco de la noche
al vacío furtivo de los betta splenders en su pecera.
  
Miro la estantería y los libros se descolocan
entre el lomo y las letras de la solapa
como un caballo que corre desbocado
por los sueños que la aurora no sujeta
en el cuadro del dormitorio torcido.
   
©  José Luis

Diagnóstico cero

20080105025731-diagnosticocero.jpgNuestro planeta surge del átomo de una noche
mientras la niebla ocupaba la nada del tiempo
y una roca desvencijó la puerta de la sospecha
por la que se colaron las ávidas aves del paraíso.
  
Las nubes fueron los nidos de algodón y plata
que ahuyentaron las cizañas y sus brotes
tras los que toda maldad se cierne escondida
como cernícalo que asalta su presa incauta.
  
El cielo es un tesoro dorado en la tarde,
un oleaje toronja en el piélago de la creación
cuando Adán y Eva tomaron su posesión
preciada entre sus primitivas carnes.
  
La fusión se desplazó rápida en el espacio,
con la caída de la manzana y la sierpe
se disloca la vergüenza y el mundo
donde sus hijos procrean cofres con Olimpos
y los sueños, Pandoras sin periplos ni dioses.
  
Cabalgan por el aire dos libélulas azules,
dos libélulas fugadas de Noé y del arca,
son dos pupilas que traspasaron el reflejo
de la mirada de Eos y el cabello de Selene
a la insignia conmemorativa del universo.
  
©  José Luis

Desde la adoración de los Reyes

20080106031011-adoracionreyes.jpg

Algunas de las ilusiones las mantenemos
en la tradición de las épocas y las familias
como el reguero de pólvora sobre un suelo húmedo,
únicamente hace falta un poco de calor para deflagrarlo.
  
Los misterios entretienen los tejidos del hombre
en los acantilados de la inconsciencia
donde la fe es una carabela cargada de cañones
y la autenticidad, la vela mayor en el henchido viento.
  
Dicen que hace mucho tiempo un Niño nació en Belén
y que los astros se conjugaron para acercar unos sabios
que investían en sus cofres una doble veracidad:
el hombre se postra ante quien tiene soberanía
y existe una esperanza que nos llevará a la inmortalidad.
  
La noche cederá su dominio a la aurora
y quizá los copos de nieve caigan
entre las alas que nos protegen
y los pétalos que aroman mi ventana.
  
©  José Luis

05/01/2008 23:57. Autor: José Luis García FreeWolf #. Estelas Hay 2 comentarios.

Las diez páginas

20080107034502-diezpaginas.jpg

        Página número uno
He recorrido el salón con sus cuadros
y un escalofrío recorre mi espalda
  
        Página número dos
Hay miradas que atraviesan la calma
y nadie me sabe decir por qué
  
        Página número tres
Las ventanas no están abiertas
el pájaro se estrelló sin pedir permiso

        Página número cuatro
No hay alfombras que nos leviten
entre los residuos de la tarde
  
       Página número cinco
La esquina del ángulo oscuro
recitaba poemas de Bécquer
  
        Página número seis
Con las manos en el bolsillo silbo
como si no pudiera hacerlo con las manos fuera
  
        Página número siete
Tengo la sensación de que algo se acaba
y me exhibe la tristeza en su museo
  
        Página número ocho
El mar llega manso hasta mis costas
y los niños, descalzos, huyen de él
  
        Página número nueve
El viento deja en los árboles el recuerdo
lánguidamente de su sonido entre las hojas
  
        Página número diez
Qué corta por el rincón se marcha la tarde
que el domingo inviste de trance y frío
  
        ©  José Luis

Franjas de cachivaches

20080108024734-franjascachivaches.jpgLa luna está velada entre los soles de la tarde
y sus rayos, invisibles, acarician mi cuerpo
mientras paseo desnudo por la arena de la playa
y mis pies me arrastran por sensaciones desconocidas.
  
El cielo es azul intenso en tus ojos entreverados
cuando miras el mar que nos mece en sus ondas
y el agua lame nuestros pensamientos mansamente
como un amante con su danza sensual y primitiva.
  
A lo lejos se divisa un barco que trae en su estela
un canto sutil y parsimonioso como una nube
que flotara en medio del ahuecado de una burbuja
tras cruzar los siete mares de los encantamientos.
  
Un aire cálido me susurra al oído palabras que no entiendo
y el silencio se vuelve de repente púrpura y misterioso
como un cielo que fuera a parir una noche solemne
donde los sueños se escurren por las laderas de las sábanas
y seres intangibles rozaran mis sienes reintegrándose en vida.
  
Una marca en la frente me recuerda aquella noche
en la que los cielos se abrieron y mis sueños
se amarraron tras el lienzo del horizonte
a un barco que traía el hálito de la existencia.
  
©  José Luis

 

07/01/2008 23:41. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

La luz que vino de dentro

20080109025200-luzdedentro.jpgHace ya un tiempo tuve un amigo
que me acercaba con su mirada las estrellas
y las ponía para mí de plata en un papel
para que las tocara con mis yemas.
  
Se expandían los haces de luz entre mis venas
como veneros límpidos nacientes de las montañas
donde el agua fresca y transparente corría
en la sensación placentera de un espasmo.
  
Perfilados son los recuerdos en la memoria
cuando en su derivar inmanente se abstraen
en el mar de la experiencia que sueña
que irreductibles los milagros son posibles.
  
©  José Luis
08/01/2008 23:46. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Cosa de colores

20080109224915-cosadecolores.jpg

Cuando voy por la calle lo que más atrae mi atención,
aparte del movimiento, son los colores.
Los colores hacen que la visión se magnetice
como las mareas del mar a la luna
y fluctúen los sentimientos tras los que se atrinchera la razón.
  
Son momentos en los que la intuición se articula
y los hilos que entretejen el cerebro se electrizan
dejando que el vello se enerve en una sensación indivisa
tras los párpados abandonados en un descorrimiento sensual.
  
©  José Luis

09/01/2008 22:46. Autor: José Luis García FreeWolf #. Pupilas Hay 4 comentarios.

La niebla que nos envuelve

20080111034537-nieblaquenvuelve.jpg

La espesura de las cumbres ha bajado hasta los cálices
donde los inmortales beben la sangre de los inmolados
en la tierra de las cáusticas promesas y los juicios
que pesan sobre las cabezas como yugos pertinaces.
  
He luchado contra mil dragones en lugares sin confines
y he dejado correr la sangre escarlata por mis brazos
porque en cada contienda en mis manos se iban dibujando
las líneas inexorables que de mi vida van formando parte.
  
El río bañaba mis venas prodigado como un amante
que en cada caricia deja una parte de sus manos
y en cada roce, los labios que marcan su destino
con las voces de las alboradas jubilosas y penetrantes.
  
Mis ojos, ahora cegados por las tinieblas y el ocaso,
recuerdan el galope de tus sienes al contacto con mi cuerpo
mientras de mí bebías el ardor del que era prisionero
como a uno de aquellos dragones a los que rumiaras las entrañas.
  
©  José Luis

10/01/2008 23:43. Autor: José Luis García FreeWolf #. Cubil Bucólico No hay comentarios. Comentar.

Emanaciones

20080111214626-emanaciones.jpgDe la tierra el agua mana en surtidores de sangre y fuego
como un mar bravío que irrumpe gimiendo en la costa
los partos metamórficos de los que fueran los sueños
de un vacío que se extendió más allá de su reverberación.
  
Implacable la corriente irrumpe con la braveza de unas gotas
que en su subir y bajar dejan en el aire cristalina una columna
donde marmórea una alfombra espeja la gravedad rozagante
de blancos y delicados pétalos que en el invierno rezuman.
  
El viento me entrega la frescura recóndita de la sombra
y en mi cara resbala el silencio de unas gotas extraviadas
que en mí buscaron el refugio sacrílego de la muerte
hasta que no sea escuchado el canto afinado de un oboe granadino.
  
Llegaré a saciar la sed de la noche en las venas de tu frente
mientras escondes tus ojos en el quicio de alguna palabra
y tus labios no lleguen a ocultar el sonido de mi nombre
entre los susurros del manantial que de la montaña desciende.
  
©  José Luis
11/01/2008 23:28. Autor: José Luis García FreeWolf #. Estelas Hay 3 comentarios.

Día de entreno

20080111215108-diadeentreno.jpg

Glauca la tarde prolonga sus rayos en la sombra
oblicua de las flexiones y las irreflexiones
mientras los músculos tonifican en su fuerza
la potestad de poder llegar a ser quien se quiere ser.
  
Arqueamos en dosis de realidad imposibles los sueños
en las profundidades de acantilados y hondonadas
como un paracaídas que cuando cae se agranda
y desciende balanceándose con las corrientes
entre sus caricias y la sangre acelerada y palpitante.
  
Los rostros de la imperfección se descomponen en la noche
cuando las lágrimas regresan a la vertiente de los veneros
y las golondrinas refrenan su vuelo durante un instante
donde los relojes pararon el tiempo y las preocupaciones,
y los ojos abandonaron la faz para contemplar el universo.
  
Se acelera el corazón en el descenso hacia la muerte
en los rápidos que nos atraen y nos ponen a prueba
sin otra salida que transitarlos sin reservas y con entreno
como se vacían en compañía las burbujas de una botella.
  
©  José Luis

Otra cuenta hasta cero

20080114022610-cuentacero.jpg

Has girado la cabeza y tus ojos
de nuevo la misma escena reproducen
en tu mente como un relámpago
en el que la luz te trasporta
a esa dimensión que añoras
y en la que sabes quién eres.
  
No habías vuelto a realizar ese viaje
desde niña cuando te gustaba jugar
a no saber quién eras entre las visiones
que recomponían la realidad oculta
donde los sueños permitían guardarla
para tomar el cuerpo de la luna
y subir y bajar por sus rayos
siendo el yo-yo de la aurora.
  
Una vez fuiste sirena
entre los cantos irrenunciables a Ulises
y los hilos endémicos de Penélope
mientras veías caminar a la muerte
con el revestimiento del horizonte
más abajo del mar y las olas
donde nadie sin permiso llega.
  
Fuiste niña en su momento
y lo amparaste en el germen de la noche
para que llegado el fiel instante
en que la cuenta atrás te arrastrara
cayeras como una hoja sobre el azul
dividido de los pensamientos…
  
©  José Luis

13/01/2008 23:34. Autor: José Luis García FreeWolf #. Pupilas No hay comentarios. Comentar.

Racha de viento huidizo

20080116015415-vientohuidizo.jpg

Se doblan las ramas de los árboles
en la reverencia obligada al viento
en una noche sin hojas ni anatemas
donde los pájaros guarecen sus alas
muy pegadas a las silíceas rocas
y los acantilados monumentales
  
Espaciosamente aúlla la ventana
a la corriente penetrante e invisible
que tras las cortinas se esconde
como un fantasma en su castillo
ante la visita que no se espera.
  
Trajeron las montañas el aura
púrpura de los atardeceres
donde los pensamientos se abren
entrelazando sus vaporosos pétalos
a la cintura tersa del horizonte
que caía cuando los rayos del sol
se escondieron tras mi semblante.
  
©  José Luis

14/01/2008 22:29. Autor: José Luis García FreeWolf #. Pupilas No hay comentarios. Comentar.

El papel sobre unas líneas

20080116012029-papelsobrelineas.jpgTu frente
se ha abierto un instante
y se ha colado por él
la aurora.
  
Cuando el sombrero cubría tu pelo
con una cinta azul de gasa
bajo la luna de un palio
tranquilamente paseaba
las líneas de una pluma
por el papel de las sombras.
  
He rasgado el cielo por un lado
con el sonido de mis sueños
y dentro del pozo el agua
mana saetas y silencio,
el sol viaja en su luz
por las distancias siderales
donde perdido un eco
se extingue señalando tu nombre.
  
Mientras hojeo un libro
suben y bajan las líneas
como caballitos de feria
hasta que duró la música.
  
La lluvia deja sus gotas en la pared
donde se adhiere la humedad
a la rugosidad de la noche
y brilla el suelo titilante
en los charcos de las farolas.
  
En la televisión los colores
forman siluetas extrañas
que salen de la pantalla
para darme las buenas noches.
  
©  José Luis

Los perros que ladran mis sueños

20080118033824-perrosladran.jpg

Aúllan los perros en la noche fría
donde los pasos son parte de la ausencia
del ruido cotidiano de las calles
y quizá de la vuelta del estudio o trabajo.
  
Una sombra se desliza por el pavimento
descorriendo la luz toronja de las farolas
por las franjas oscuras de los milenios
con los augurios ancestrales y los entresijos
ajustados a la línea ventricular del cielo
mientras se borran las pisadas en la tierra
tras las heladas gotas del sudor interno
que mana de los topos que penetran en los vanos
de los silencios y los recuerdos
como vacío absoluto que formatea nuestro universo.
  
Las bocas babeantes dejan sus residuos en las palabras
que arrastran el sino de los innombrables y la nada
como un lugar donde permanecen las cosas
con los brazos cruzados y los labios cerrados.
  
Las montañas han dejado impenetrables los sueños
donde amanece la oscuridad y las franjas oblicuas
de los acantilados y los abismos por los que nos deslizamos
mientras siguen los perros ladrando a la oscuridad
y, sin quererlo, también a mis sueños…
  
©  José Luis

16/01/2008 23:46. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Desde una pequeña libreta

20080118205731-libretapequena.jpg

Las palabras no se achican en una libreta
más de las que lo hacen en una pantalla
en busca de realidades o supuestas ficciones.
  
Detrás de cada palabra hay una persona
y detrás de cada persona un sistema
de creencias, concepciones y visiones.
  
Lo que empieza con palabras llega a ser
un submundo dentro de otro mundo
donde sucesivas capas renuevan el suelo
que sostiene el firmamento de la inconsciencia
mientras otras luces lejanas alcanzan
el resplandor nuevo de una estrella
que nace mientras los ojos se deslizan
por el papel, la pantalla y otras frentes.
  
Y todo porque delante de mí tengo
una libretita de Insolamis
donde no he escrito nada,
ni pienso hacerlo…
creo que la voy a regalar…
  
©  José Luis

La denominación del ordenador

20080120232517-dominacionordenador.jpg

Las teclas sujetan mis huellas al orden simbólico de las letras
como un autómata que busque entre sus circuitos la razón
para no salirse de sus movimientos o de su previsto servicio.
  
Tecleo inconscientemente signos que danzan entre los dedos
y buscan su propio sentido dentro de las palabras
porque el lenguaje se esboza cada día como una tabla de surf
entre las crestas magnéticas de las montañas y las sinuosidades
que empujan los deseos al mismo interior de sus grutas ocultas
donde reposan la humedad creadora y el enmarañado silencio.
  
Lucho por no trastornar los hilos que mueven mis dedos
en la sinrazón de los automatismos y sus abstracciones
que perturban los ojos de motas o inherente fuego negro
tras el que arden las hordas de la noche y los diablillos
que aparecen en sueños como un hombre que toca la guitarra
a la entrada de cualquier cine o ciberbar entre amantes besos.
  
©  José Luis

18/01/2008 23:15. Autor: José Luis García FreeWolf #. Estelas Hay 3 comentarios.

La eternidad entre las arrugas de la mano

20080120224920-arrugasmanos.jpg

Una amiga me recogió entre las suyas mis manos
donde buscaba entre la profundidad de las líneas
atisbos susurrantes de caminos y pérdidas
por los que deja la corriente de la vida a su paso
una segunda oportunidad de las emociones ya vividas
desde el futuro que se abre casi sin quererlo.
  
Tienen las manos la rugosidad de un antiguo pergamino
en el que el tiempo fue depositando tangibles granos
desde los que amanece siempre un nuevo día y un ocaso
mientras recorren las palabras espacios vírgenes,
oasis de enigmas que resbalan entre los dedos
mientras duran las caricias que trae pausado el oleaje
de mares caliginosos y azures que se inician en el cielo.
  
Almas que transitan van perfumando en su estela
la tarde que desde mis manos se abre como una flor
que se renueva en el vuelo de una mariposa
y la visión del paraíso que atrae los sueños.
  
El incienso se va quemando y sus cenizas sombrean
las arrugas de las manos y las colinas por las que el sol
roza tenue el amanecer de otro mundo que se desvanece…
  
©  José Luis

La caja que no es caja

20080120215847-cajanocaja.jpgUna caja de zapatos sin sus zapatos
es una caja que guarda parte de los recuerdos,
esos que quedan siempre pendientes de clasificar
pero que pasa el tiempo y uno se olvida que están ahí.
  
En la oscuridad de la caja aún mantienen el brillo
de lo que significaron un día más allá de lo son
porque los objetos van formando parte de nosotros
sin saber muy bien el motivo de llamarnos la atención.
  
Quizá no podamos inhibirnos a la necesidad
de poseer lo que sabemos perecedero
con el reconfortante pensamiento de que puede
ser la puerta a otra parte o el asa que nos sujeta
a lo que deja de tener sentido con el paso del tiempo.
  
La mente se cristaliza en la negrura de la caja
donde nada se ve ni se abre más que en el pensamiento
que recogió las impresiones de un momento
que a lo mejor ya nada dice en nuestras vidas
pero que nos atan al pasado y lo vivido
como lejanamente un reloj a su cuerda.
  
©  José Luis

Pestañeo de luz

20080123033329-pestaneodeluz.jpg

Entre las nubes unos rayos aparecen
y desaparecen entre las sombras acuosas
que se proyectan en la delgada superficie
que el mar presenta a nuestros ojos
como esa mirada que se desvanece
en el vaho inhalado cuando niños.
  
Juega la tarde a los colores
espectrales de una roca cristalina
entre las yemas abrasivas de los dedos
como una pulpa fina y fría en su tacto
que sesgara abrasante el velo de los ojos
mientras cruza una lágrima su desierto.
  
La nada yace entre la distancia del horizonte
y el olvido despeñado de la mirada
cuando inciden los haces del crepúsculo
en la rosácea frescura de la carne
mientras dejo que los labios lancen
más allá del vértice del silencio
una pompa de luz aquietada y efervescente.
 
©  José Luis

21/01/2008 22:16. Autor: José Luis García FreeWolf #. Pupilas No hay comentarios. Comentar.

Dejad

20080123032554-dejad.jpg

Dejad que los muertos adoren su muerte
en una danza apócrifa y putrefacta
como pieles hueras y sin alma interrogante
y dejen de hallar en la mortalidad esencia
de creadores y de inapelable perturbación
de aquellos que se saben heridos en la carne
hasta los más confusos y recónditos tuétanos.
  
La vida avanza dentro y fuera de nosotros,
es un oasis para el peregrino insatisfecho
que deletrea su nombre una y otra vez
hasta verse reconocido en las ecoicas letras
que vuelven como un boomerang, lanzado
a la concavidad del aire, tras la búsqueda
de lo que no tiene, al menos aparente, réplica.
  
Vivamos, pues, en la extraña persecución
de las libélulas del tiempo hasta saciarnos
en el banquete como terrosos semblantes
de la noche con luna llena y dancemos
frente a los cadáveres que huyen de la vida
porque serán la carne que cubra nuestra carne
cuando yazcamos en la tierra que nos prometieron.
  
Aún parpadea el reloj del universo
entre los espacios brunos y serosos
donde la sombra tenuemente se desdibuja
en una fuga de fulgores y espectros.
  
©  José Luis

22/01/2008 23:38. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

A ratos sueltos

20080126143541-interiorventana.jpg

Hay momentos en los que se desliza el tiempo
como una serpiente que reptara distraída
entre las manzanas que obligaron a su destino
ser parte humana en la perdurable inconsciencia.
  
Una nube transita con sombras entre mis palmas
sin que la pueda trabar o enganchar a la tarde
a la que pertenece y de la que huye clamorosa,
es un fragmento de introspección flotante.
  
Lejana se desata una huella en el silencio,
acarrea los tenues y herméticos aires del páramo
tras los que se cobijan las palabras innombrables
y los libros editados en sombra y sonidos
desde los que los seres invisibles se asoman.
  
Un ratoncillo colgante me sueña y acompaña
entre los caminos apegados al ocaso,
donde las nubes como piedras en el río
me permiten atravesar paso a paso
aquellos ratos que sueltos me prenden
a las horas que sin acaecer subsisten.
  
©  José Luis

23/01/2008 22:59. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Cuando el sol se va

20080126143022-solseva.jpgMuchas tardes frente a la ventana admiro el cielo
en el que se diluye el sol en su inextinguible viaje
por las luces y las sombras de los días y las estaciones
tras los que veo en mi piel las arrugas enredadas
de cientos y cientos de palpitantes hombres y alientos
que antecedieron cada inagotable noche y amanecer
como gotas salientes de un río a su intermitente paso
por laderas inquebrantables y resistentes de la vida.
  
De los ojos parten los sueños hacia el horizonte
mientras de la mirada escapan mis pupilas como rayos
tenaces que sobrevuelan la espesura porosa del aire
y se adentran en grutas que enlazan mundos subterráneos
con el florecer de límpidos diamantes y hermosos alhelíes
donde la fragancia de la noche pone el velo de la inconsciencia
y Selene, su entretejido manto blanco de almas fugaces.
  
Se hunde el firmamento en la concavidad de las manos
y las arrugas y líneas serpentean áureas entre mis dedos
para que aceleren el curso de la madrugada y los sueños
hasta que la aurora deje en mis labios el sabor de su presencia.
  
©  José Luis
24/01/2008 23:37. Autor: José Luis García FreeWolf #. Pupilas Hay 1 comentario.

Desde el interior de mi ventana

20080126144238-desdeventana.jpg

La ventana es el mirador al mundo que sucede fuera de mí
y desde el que vienen señales y finas lluvias y ambiguas luces
como en un amanecer de invierno donde es opaca la luz
y la niebla desdibuja el firmamento bajo un velada tela
de gris entre las espesuras de un horizonte inmaculado
mientras nada sucede a mi alrededor, sólo un zumbido
de silencio y recuerdos inconexos en mitad de un sueño.
  
Apunto en un papel palabras que salen de mi boca en torrentes
de mañana y bruma como en una columna brillante y cincelada
donde las hendiduras del tiempo han desalojado su redondez
en oquedades que reflejan la sombra y los tejados ocres
de la bóveda y el eco del mar y sus ondas en las que los marineros
yacen musgosos en su fondo, piélago de savias y tránsitos
en los que la esperanza y la distancia sitúan sus umbrales.
  
Los cristales resbalan por las gotas condensadas de vida
mientras describen caminos ensortijados y penetrantes
entre la dorada negrura de las nubes y el azabache monte,
mis dedos se inclinan en el vidrio desvaneciendo en la noche
el rastro de las marismas en las que se zambulle el sol
tras las cortinas de la ventana flotante e impregnada.
  
©  José Luis

25/01/2008 21:46. Autor: José Luis García FreeWolf #. Estelas Hay 1 comentario.

Escenarios oblicuos

20080130014910-escenariosoblicuos.jpg

Se curva la mirada en los reflejos de un coche
como una imagen que perdiera su rumbo
y deambulara entre los recuerdos arcanos de la noche.
  
Una llamarada da calor a las tinieblas rojas
donde el suelo no pertenece a nada ni a nadie
y las pisadas en las mareas del olvido se borran.
  
Acaso tus ojos distinguieran la luz del crepúsculo
entre las acogedoras y efímeras sábanas del tiempo
y un niño con su sonrisa paz en su voz fecundara.
  
No abandoné mi destino para hundirme en las ciénagas
que entonan los cánticos del vértigo y la sombra
sino para corroerme en tu carne como un deseo inaplazable.
  
Es en este momento, cuando nada tengo en mis manos,
que mi sombra como un espíritu planea en los trigales
donde una vez florecieron parejos la alondra y la rosa.
  
©  José Luis

26/01/2008 23:38. Autor: José Luis García FreeWolf #. Estelas No hay comentarios. Comentar.

Una partida

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La oscuridad está ahí afuera esperando
quizá una gota de lluvia o un cortejo espectral
mientras se sujeta el horizonte a un barrote
fondeado en el mar de los inviernos eternos
donde el hielo preserva vestigios ambarinos
desde el origen propicio de la creación.

Las piezas que se revuelven en la tramoya
atraen las corrientes magnéticas de los iceberg
que flotan níveos e inmaculados en las playas
sin destino ni renuncia donde el aire flota
en la hondura de los días y el devenir de las palabras
que nunca fueran pronunciadas ni conocidas.
  
Sesenta y cuatro escaques bicolores se entablan
en lucha de espacios y dominios sin concordia ni tregua
hasta que las gotas rebeldes y pendulares del tiempo
formen parte del iceberg perpetuo y ambarino
donde hibernado un embrión ahonde palabras inciertas…
  
©  José Luis

27/01/2008 22:51. Autor: José Luis García FreeWolf #. Pupilas Hay 1 comentario.

Destellos azules

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Emana albores de neón desde la oscuridad
en la que los ojos se ciegan sin saberlo
cuando amanece un reloj sin su tic tac
y las nubes son islas medusas que flotan
en un mar de niebla denso y opaco.
  
El ratón del ordenador disimula en mi mano
los difíciles barrancos de la escritura
que se esconden tras las teclas abisales
y musgosas de una azarosa noche de invierno.
  
La música en las pleuras deja resbalar las notas
que en cascada de suspiros e insinuaciones
atraviesa el corazón y las arterias que áureas
en un pájaro bordean el abismo de una risa.
  
Desnudas las ramas de la inconsciencia
sujetan el cielo a mis labios como una rosa
cuyas espinas sangran por los ojos de las lágrimas
cuando que de una ópera se desprenden…
  
©  José Luis

28/01/2008 23:34. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Alrededor de los alrededores

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Dejo que sean mis pies los que transporten mi mente
entre los pasos extraviados y las calles arboladas
como una canción que de tanto escuchar se pierde
entre los recovecos de la inconsciencia y la rutina diaria.
  
Sé que los pensamientos se van a otra parte y sucumben
cuando se desprenden de la carne y volatilizan las horas
en ríos ciegos y domingos sin desocupación ni entresijos,
una nada antesala de la muerte donde alojar la paradoja.
  
El reloj descansa de perseguir el tiempo que ha pasado y pasa
arrollando el fluir de los ciclos y las estaciones, de toda una vida
que en imágenes se eleva por entre las montañas del paraíso
donde tuvieron su génesis y que es el lugar al que se retiran.
  
¿Dónde estarán los alrededores de una muerte un día de sol?
¿Dónde?
  
©  José Luis

Tandas de repentes

20080201032427-tandasrepentes.jpgSobre la sombra una silueta se recorta en haces de luz
mientras me inclino y capto pulida la superficie de un sueño
que despliega en mis ojos irisado el abanico de la noche
como si de una verbena de pueblo con farolillos se tratara.
  
La casta del toro embiste con la cornamenta el miedo
que le sujeta osado a la vida y le remite tenaz a la muerte
entre las franjas pululantes y susceptibles de la existencia
más allá de las barreras que retienen su empuje y su dominio.
  
Lucha tenazmente la distancia por romper sus barreras
desde el horizonte granulado del silencio y el eje de la vida
que nos cimbra en los espejos de la duda como maniquíes,
expuestos tras el cristal y la mirada en hieráticas urnas.
  
Una sombra oculta el sol tras las nubes que flotan mansas
descomponiendo en el crepúsculo lienzos de recuerdos
donde se destraban las lágrimas que fueron versos
una mañana de enero fría y neblinosa entre las sábanas.
  
©  José Luis
30/01/2008 23:17. Autor: José Luis García FreeWolf #. Pupilas No hay comentarios. Comentar.

Un extraño extraño

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Una mirada posee el universo entre los ecos
cuando las nebulosas entonan sonidos arcanos
y los planetas se alinean en el tiempo
con la profundidad del mar y sus seducciones.
  
Las mareas traen en sus ondas los recuerdos
de las playas vírgenes y en un instante olvidadas
por los diablillos de la verdad y la conciencia
como serpientes que predisponen en la manzana
la sapiencia de la mortalidad y la metamorfosis.
  
Una vez, en el sueño, la respiración se distrajo
y la advertencia de un ser querido me reintegró
en un vuelco del espíritu el retorno de los sentidos,
extraño aliento de barro en hálito de extrañeza.
  
©  José Luis



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